Los planes profesionales de Yohan Blake para 2020 se han ido al traste. Las Olimpiadas y la Liga de Diamante se han pospuesto y el campeón mundial de los 100 m lisos no podrá revalidar su liderazgo. No puede entrenar con su equipo y nadie sabe si la temporada de atletismo volverá reactivarse.
Pero de lo que sí está seguro este atleta jamaicano es de que debe mantener la moral bien alta y ser optimista incluso en estos momentos inciertos. La fortaleza mental es clave para encontrar la felicidad, hay que adoptar buenos hábitos y concentrarse en los objetivos que nos hayamos marcado.
La verdad es que todo esto me ha afectado mucho.
La motivación de un atleta surge del deseo de querer competir y ganar. Cuando desaparece la esperanza de poder a competir, uno puede cuestionarse si realmente tiene sentido todo lo que es y lo que hace. Supongo que ese es el motivo por el que muchos atletas siguen en activo mucho más tiempo del que deberían. Es fácil llegar a pensar que nuestra única motivación es seguir compitiendo. Por eso esta situación me ha hecho reflexionar sobre lo que significa mi vida y sobre mi verdadero objetivo.
Para tener un buen rendimiento, la mentalidad es clave, y ahora aún más que nunca.
Sin duda, la forma física es importante. Los deportistas profesionales entrenan a un nivel muy alto. Pero creo que todo empieza en la mente.
Soy lo que pienso. Cuando tu confianza está a tope, eres literalmente imbatible. La carrera ya está ganada.
La fe provoca un efecto multiplicador, porque la confianza y el optimismo han cambiado mi planteamiento con respecto a los entrenamientos, las carreras y mi forma de correr. Y créeme, también respecto a la competición.
Pero también puedes ser víctima del efecto contrario. Puedes haber culminado una excelente pretemporada y haber conseguido todas tus metas, pero si tu mente duda, eso lo cambia todo. Todo está en la mente.
Los desafíos cambian, pero tus metas deben ser constantes.
Este no es el primer desafío que debemos superar, y tampoco será el último. Todo esto pasará, por eso sigo centrado en cumplir todos mis objetivos y en mantener mi rutina. Una de las ventajas de ser realmente competitivo es que tu mentalidad se basa en hacer lo que haga falta para conseguir tus metas. Sabes de qué eres capaz cuando tu mente se centra en el objetivo marcado y en lo que debes hacer. Es algo que me repito todos los días.
Pero también leo mucho para estar al tanto de lo que ocurre en el mundo, y si algo me ayuda ahora es ver una buena película para poder troncharme de risa y que me ayude a desconectar.
En tiempos difíciles, sé optimista.
Volver a lo más alto del pódium tras sufrir una lesión es un desafío enorme. Recuerdo el dolor intenso cuando el isquiotibial se me desprendió del hueso, el trayecto hasta el hospital lleno de dudas y miedo, y oír al médico diciendo que había que operar. Me sentía bajo el agua, hundiéndome en una pesadilla y sin poder despertar. Pero al mismo tiempo, recuerdo mi determinación, mi decisión de no acabar de esa forma mi carrera y mi confianza en alcanzar nuevas metas. Recuerdo la motivación que me empujaba a conseguirlo sin importar lo difícil que fuera, a superarlo y seguir compitiendo y a volver a ganar de nuevo al más alto nivel. Y lo hice.
Siempre que te enfrentas a la adversidad y te encuentras bajo presión, debes ser optimista y centrarte no en lo que ocurre, sino en lo que te hace feliz.
En mi caso, la actividad física siempre me ha ayudado a aclarar mi mente y a seguir adelante. El ejercicio y la actividad liberan endorfinas y te dan un subidón natural.
Asegúrate de que te rodeas de la gente adecuada.
He vuelto a darme cuenta de la importancia que tiene rodearse de la gente adecuada, de aceptar su consejo y su apoyo para superar las dificultades. La persona más importante en mi vida es Dios. Él es mi fuerza y me hace humilde. Soy un hombre que necesita y que busca la compañía, agradezco tener junto a mí a mi novia Laura, que me motiva a diario. Siempre está junto a mí para darme amor y asegurarse de que todo va bien.
El consejo más valioso que me han dado vino de Usain Bolt, que me dijo que tenía que correr para mí, no para los demás, porque al final del día siempre me quedaré a solas conmigo mismo. A lo mejor suena algo egoísta, pero ese pensamiento me ha ayudado a afilar mi instinto competitivo. Me hizo darme cuenta de que primero debo triunfar y llegar tan alto como pueda, si de verdad quiero ayudar a la gente que me rodea.
Sin ese consejo y esa mentalidad, no hubiera podido comprarle una casa a mi madre, a quien adoro más que a nadie en el mundo, ni hubiera podido ayudar a mi hermana para que pueda ir a la escuela.
Y mi consejo es este...
Lo que ocurre en este momento, no durará para siempre. Cree en ti mismo. No quiero minimizar el dolor ni el sufrimiento que causa lo que está ocurriendo mientras escribo esto. Resistimos y seguimos adelante porque debemos hacerlo. Y por muy duro que sea, siempre hay un lado bueno.
Es un momento único para volver a empezar. Es una oportunidad de oro para mirar a nuestro alrededor y valorar lo que es importante. Es el momento perfecto para cambiar de hábitos, mejorar nuestras relaciones y cuidar nuestra mente.